No nos une el amor, sino el espanto (hartazgo).

INFORMACION19/08/2023Luis Hugo MarinoLuis Hugo Marino

"Argentina año verde” era un sketch cómico de teve creado por  Aldo Camarota, en el que en nuestro país se cumplían las leyes a rajatabla, todo era eficiente y perfecto. 
Un país utópico reflejado por esta frase, que quedó en la cultura popular como sinónimo de lo opuesto a lo que en realidad ocurría. Pasaron los años y seguimos fantaseando muy lejos de la realidad. 

Borges dijo: "No nos une el amor sino el espanto; ¿Será por eso que la quiero tanto?”. 
¿Podremos alguna vez superar esa visión por la cual lo único que nos une es el espanto?. 

Ante el abismo de desintegración social que estamos viviendo, de pobreza, huida del peso, salida de capitales y de personas.
¿Será posible acordar consensos básicos para la existencia y funcionamiento de una sociedad organizada y una economía de mercado?. 
¿Podremos comprender que los intereses prebendarios convierten a la sociedad en una jungla donde se diluye el contrato social, desaparece la moneda y se pone en cuestión la viabilidad misma del estado?.
La ansiada normalidad no es una utopía; por otro lado, en la jungla que vivimos nuestra energía y creatividad social se disipan y nos conduce irremediablemente a la distopía (lo negativo, lo opuesto a la utopía). 
¿Cuántas frustraciones personales tienen que ver con la frustración de una sociedad replegada sobre sí misma?. 

Nuestra “creatividad” está limitada a: protegernos de la irremediable devaluación de nuestra moneda; a explorar caminos que nos permitan sortear regulaciones absurdas e inviables; a aliviar la ruptura emocional  de los que parten y a defender nuestro lugar. Nos invade la impotencia de ver como nuestra decadencia  contamina nuestros vínculos y a nuestro propio ser. 
Dejamos de planear, proyectar, soñar, crear y pensar. Se nos va una parte de nuestras vidas; prevalece la pérdida de esperanza, la búsqueda de horizontes cada vez más cortos y objetivos cada vez menos ambiciosos. 
El hartazgo que todo esto produjo, fue canalizado esta semana hacia Milei. 
Tal vez  ha  llegado la hora de una nueva conciencia  colectiva, que nos permitirá acercarnos a cierta normalidad; una utopía posible. 

Dice la sabiduría: ”No esperemos resultados distintos si hacemos siempre lo mismo“. 
Pareciera que la sociedad  tuvo en cuenta eso y el cachetazo fue tremendo (aún resuena)... 
Se impuso un cambio de rumbo contundente.

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