

Este día de la bandera trae a mi memoria un hecho. El año pasado, por una circunstancia de índole personal desafortunada, el día 20 de junio, me tocó recorrer buena parte de la ciudad, y luego de terminar el recorrido, en un momento de reflexión, recordé que sin proponérmelo entre otras cosas vimos muy pocas , por no decir escasas cantidad de banderas expuestas en las viviendas.. Este hecho tiene muchas lecturas, que podrían ser justificados o no. Pero recordando la primer estrofa del himno a la bandera que dice: ”Aquí está la bandera idolatrada la enseña que Belgrano nos legó”.. evidentemente por un motivo u otro muchos no cumplieron. con el aquí está la bandera, eso es indudable. Pero profundizando un poco esto va más allá del día de la bandera , porque la bandera debe estar presente todos los días del año no tanto en nuestros domicilios sino en nuestro corazón y en nuestra sociedad, Cualquier persona que haya visto películas norteamericanas, sabe que hay banderas yanquis en todas las esquinas , en los puentes en los edificios, en las plazas etc…Se podría acusar a los norteamericanos de patrioteristas, por un cierto exceso de amor a la patria, pero creemos que es una sana costumbre que mantienen como acervo cultural que alimenta el orgullo nacional de ese amor por la patria que todos debemos tener. Dijo Manuel Belgrano, :”Todas las dificultades se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria”.. Analizando dicha frase y aplicándola a nuestra realidad, se puede decir que dificultades nos sobran a los argentinos, y la pregunta se impone.. ¿tenemos interés por la Patria ?.. aunque sea como dijo Belgrano, un poco siquiera de interés,, Nuestra intención es reflexiva, y autocrítica,, pero la escasa cantidad de banderas nos hace pensar que nos costará vencer las dificultades, (según Belgrano) y es una señal concreta e innegable de que algo pasa. El orgullo está asociado a lo peor del ser humano, pero hay un orgullo que es la excepción y es el sano orgullo. Como el que se siente de obtener un logro a través del esfuerzo por ejemplo. Este sano orgullo también vale con los colores patrios, que solo evidenciamos con fuerza por lo general,cuando gana la selección de fútbol, pero luego misteriosamente por arte de magia desaparece o se debilita.