La Tranquera Vulnerada: Un Robo en el Corazón de Funes Expone un Patrón Delictivo

En un relato que refleja la vulnerabilidad que sienten los pequeños comerciantes, el Autoservicio La Tranquera, un establecimiento ubicado en la céntrica esquina de Buenos Aires y Tucumán, en la ciudad de Funes, fue víctima de un robo que, según indica la propietaria, no es un hecho aislado sino parte de un patrón delictivo recurrente. El caso, ocurrido “ayer a la tardecita”, pone de manifiesto cómo la delincuencia apunta a negocios en momentos de distracción, valiéndose de la familiaridad con las rutinas de sus víctimas.
La propietaria, quien prefirió mantener su nombre en reserva, explicó que el suceso se produjo durante una de sus pocas ausencias. “Justo hace 15 días que no salía”, relató. Aquel día, se ausentó por tres horas para acudir a una consulta médica en Rosario. Fue en ese breve lapso cuando el individuo, al que varios comerciantes lo tienen identificado, habría actuado. El descubrimiento lo hicieron sus empleadas a través del sistema de seguridad: “Mire las cámaras que está nos estaban robando”, le avisaron por mensaje.
La indignación de la comerciante no solo nace del hurto en sí, sino de saber que era un riesgo anunciado. “Ya nos venía marcando porque ya me habían dicho un día que no tengan cuidado, que esta te robó algo”, afirmó, señalando que otros locales ya habían sido blanco del mismo sujeto. “Dicen que anda robando por todos los negocios de Funes”, agregó, lo que sugiere una modalidad operandi repetitiva y un conocimiento de la zona.
Tras el incidente, la dueña de La Tranquera acudió de inmediato a formalizar la denuncia a la Fiscalía, para reportar el delito. Además, con la esperanza de prevenir a otros y colaborar con la identificación del presunto autor, la víctima compartió los videos de las cámaras de seguridad.
Este episodio en un local tan céntrico sirve como un recordatorio crudo de los desafíos que enfrentan los emprendedores. Más allá de la pérdida material, el hecho deja una sensación de inseguridad que trasciende las paredes del establecimiento. La historia, que se repite en muchas esquinas del país, subraya la necesidad de fortalecer las redes de alerta entre vecinos, utilizar la tecnología a favor y no dudar en recurrir a la justicia, dando el paso crucial de la denuncia formal para visibilizar y combatir estos patrones delictivos.